Orson Welles, la rana y el escorpión

Orson Welles es un genio. Está en su esencia.
 Es, así en presente, porque desde su obra nos sigue hablando.
La Voz
Lo podemos escuchar hoy en el audio de su genial travesura radial, “War of the Worlds” (1938), o lo podemos mirar también en su genial primer film “Citizen Kane” (1941),  sus dos obras más reconocidas y admiradas por un sistema que luego, no casualmente, lo hundió.
No son de él las películas que más me gustan , ni las que más re-veo. Tampoco es mi favorito como actor. Pero es el autor que más admiración me provoca. Tal vez por lo único de su talento que no tiene escuela, tal  vez por lo arriesgado en su actitud  para con los popes de los grandes estudios, con los que se sentaba a comer (y a tomar) con arrogante rebeldía y contagioso sentido del humor.
Él mismo fue el artífice de su destino de “autor maldito”, con una obra que fue progresivamente haciéndose más oscura, narrando fábulas nebulosas, como salidas de una pesadilla. (¿Su pesadilla?)
Y me pregunto, ¿por qué?
¿Por qué el primer (¿y único?) autor en tener el control total y absoluto, el "corte final" sobre su primer película a los 26 años (privilegio que lo hizo el hombre más poderoso y envidiado de Hollywood) elige sabotear ese poder? ¿Qué lógica tiene esto?
El Ojo
 Me gusta creer que lo hizo por su necesidad de poner por delante sus convicciones como artista, desoyendo todas las advertencias (y amenazas) que el sistema le envió, obviamente, sistemáticamente.
Por eso mi admiración.
Tal vez la clave para conocer sus motivos nos es revelada por el mismo Orson en su película de 1955, cuando nos cuenta el cuento de la rana y el escorpión que se encontraron a la orilla de un río. Cuando el escorpión le pide a la rana que lo lleve a dar una vuelta por el río sobre su lomo, la rana se niega diciendo: “Si te llevo sobre mis espaldas me picarás, y tu picadura es mortal”. El escorpión responde con un sólido argumento: ¿Dónde estaría la lógica en una cosa así? Si yo te picara los dos nos ahogaríamos”. La rana, un animal lógico, accede a llevar al escorpión pero no bien han llegado a medio camino en el río, siente en la espalda la mortal picadura. “¿Dónde está la lógica de lo que has hecho?”, croa la moribunda rana mientras se hunde. “Así es mi esencia”, responde el sentenciado escorpión, “y en la esencia no hay lógica”.

POW!: El espeluznante silencio cuando se corta la transmisión en “La guerra de los mundos”:  “Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea...” (El que tenga un ratito, lo puede disfrutar haciendo click más abajo).

La guerra de los mundos (1938)
con subtítulos en español


KAPOW!: Los dos planos-secuencia de “Touch of Evil”, el por demás nombrado de la secuencia inicial (con y sin los títulos) y el que para mí es mejor, el invisible de la secuencia del interrogatorio, todo en interiores.

Filmografía como director:
1941 - Ciudadano Kane (Citizen Kane) 
1942 - El cuarto mandamiento (The Magnificent Ambersons) 
1942 - It's all true - Película inacabada
 
1945 - El extraño (The Stranger)
 
1947 - La dama de Shangai (The Lady of Shangai)
 
1947 - Macbeth (Macbeth)
 
1952 - Otelo (Othello)
 
1955 - Mr. Arkadin (Mister Arkadin/Confidential report)
 
1957 - Sed de Mal (Touch of Evil)
 
1962 - El proceso (The Trial)
 
1965 - Campanadas a medianoche (Chimes at Midnight)
 
1966 - The Immortal Story
 
1967 - The Deep - Película inacabada
 
1969 - Don Quixote - Película inacabada
 
1970 - Al otro lado del viento - Película inacabada
 
1973 - Fraude (F for Fake)
 
1978 - Filming Othello
 

J.D. Salinger: Más alto que todos los hombres altos

Lo que sigue es el comienzo de "Levantad, carpiteros, la viga del tejado", mi preferido de J.D. Salinger. Creo haber leído la historia que lee Seymour unas decenas de veces. Debería ser de  escucha obligatoria para todos los bebés que se despierten de madrugada y no puedan volverse a dormir. 
Lo comparto por si hay por ahí, todavía, "algún aficionado a la lectura —o cualquiera que lea y siga—".

"Hace unos veinte años, una noche en que nuestra enorme familia estaba sitiada por las paperas, mi hermana menor, Franny, fue trasladada con cuna y todo a la habitación evidentemente libre de microbios que yo compartía con mi hermano mayor, Seymour. Yo tenía quince años, Seymour diecisiete. A eso de las dos de la mañana, el llanto de la nueva compañera de cuarto me despertó. Me quedé quieto, en posición neutral durante unos minutos, escuchando el berrinche hasta que oí o sentí que Seymour se movía en la cama próxima a la mía. En aquellos tiempos teníamos una linterna sobre la mesa de noche entre los dos, para casos imprevistos que, por lo que recuerdo, nunca se presentaban. Seymour la encendió y salió de la cama.
—El biberón está sobre la cocina, dijo mamá —le expliqué.
—Se lo he dado hace un rato —dijo Seymour—. No tiene hambre.
Avanzó en la oscuridad hasta los anaqueles y proyectó la luz balanceándola lentamente hacia atrás y hacia adelante. Me senté en la cama.
—¿Qué vas a hacer? —pregunté.
—Creo que voy a leerle algo —contestó Seymour y tomó un libro.
—Pero, por favor, si tiene diez meses —dije.
—Ya lo sé —respondió Seymour—. Tienen orejas. Oyen.
La historia que Seymour leyó a Franny aquella noche era una de sus favoritas, un cuento taoísta. Franny jura hasta hoy que se acuerda de Seymour leyéndoselo:
«El duque Mu de Chin dijo a Po Lo: "Ya estás cargado de años. ¿Hay algún miembro de tu familia a quien pueda encomendarle que me busque caballos?" Po Lo respondió: "Un buen caballo puede ser elegido por su estructura general y su apariencia. Pero el mejor caballo, el que no levanta polvo ni deja huellas, es en cierto modo evanescente y fugaz, esquivo como el aire sutil. El talento de mis hijos es de nivel inferior; cuando ven caballos pueden señalar a uno bueno, pero no al mejor. No obstante, tengo un amigo, un tal Chiu-fang Kao, vendedor de vegetales y combustible, que en cosas de caballos no es en modo alguno inferior a mí. Te ruego que lo veas."
»E1 duque Mu así lo hizo y después lo envió en busca de un corcel. Tres meses más tarde volvió con la noticia de que había encontrado uno. "Ahora está en Sach'iu", añadió. "¿Qué clase de caballo es?", preguntó el duque. "Oh, es una yegua baya", fue la respuesta. ¡Pero alguien fue a buscarlo, y el animal resultó ser un padrillo renegrido! Muy disgustado, el duque mandó a buscar a Po Lo. "Ese amigo tuyo —dijo— a quien le encargué que me buscara un caballo, se ha hecho un buen lío. ¡Ni siquiera sabe distinguir el color o el sexo de un animal! ¿Qué diablos puede saber de caballos?" Po Lo lanzó un profundo suspiro de satisfacción. "¿Ha llegado realmente tan lejos? —exclamó—. Ah, entonces vale diez mil veces más que yo. No hay comparación entre nosotros. Lo que Kao tiene en cuenta es el mecanismo espiritual. Se asegura de lo esencial y olvida los detalles triviales; atento a las cualidades interiores, pierde de vista las exteriores. Ve lo que quiere ver y no lo que no quiere ver. Mira las cosas que debe mirar y descuida las que no es necesario mirar. Kao es un juez tan perspicaz en materia de caballos, que puede juzgar de algo más que de caballos."
»Cuando el caballo llegó, resultó ser un animal superior.»"

Z-ZWAP!: Las anotaciones escritas por los dos hermanos mayores Glass, en el gran papel pegado tras la puerta del cuarto en Manhattan.