La armónica bien arriba, el beat marcado de la batería y una línea de bajo simple pero que invita a ser seguida con los pies. Después las dos voces, tan parecidas y tan distintas, cantando bien pegaditas y sincronizadas, con autoridad. No es de extrañar, hace más de cinco años que cantan juntos, y aunque sean sus primeros pasos en un verdadero estudio de grabación, no van a amedrentarse después de todo lo que lucharon para estar ahí.
Cantan casi toda la canción a dúo, salvo cuando vuelve a sonar la armónica de John y entonces Paul, a sugerencia de George Martin (el productor), canta el título del tema él solo. El mismo Paul confiesa que puede notarse el temblor de su voz en las primeras tomas.
Lo curioso de Love me do es que tiene tres versiones oficiales bien diferentes, cada una con un baterista distinto:
Una versión con Pete Best, el baterista original de The Beatles (grabada en la sesión que tal vez lo terminó de sacar del grupo), encontrada en el año 1994 y editada en el Anthology 1.
Una segunda con Ringo Starr, que fue la que se editó en el single, y que actualmente podemos escuchar en los Past Masters.
Y una tercera, con Andy White, baterista de sesión contratado por George Martin, quien desconfiaba de las virtudes de Ringo luego de la mala experiencia con Pete. Ringo toca las maracas en esta versión, que es la que se editó en el primer álbum beatle, Please Please Me.
Acá están las tres juntas para escucharlas y compararlas, cada cual elija su preferida.
SOCK!: La mía, obviamente, es la de...(¿hace falta decirlo?) el querido y nunca suficientemente bien valorado Ringo.
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